A partir del III milenio a. C. surgieron grandes
civilizaciones, creadoras de imperios territorial y orgánicamente más vastos
cada vez. Los principales núcleos de civilización fueron los siguientes:
Antigua China: Alrededor de los ríos Yangtsé y
Huang-ho surgió la cultura Xia y la cultura Shang. Esta sucumbió ante los
invasores Zhou, que gobernaron China durante la primera mitad del I milenio a.
C. A finales del período Zhou crecieron dos grandes escuelas filosóficas, el
confucionismo y el taoísmo. A su vez, en el siglo VI a. C., la antigua
hegemonía Zhou se trizó en varios reinos, los cuales entraron en un estado
crónico de guerra, durante el período de Primaveras y Otoños, y el de los
Reinos Combatientes. El emperador Qin Shi Huang unificó a China y le impuso un
régimen administrativo basada en la filosofía del Legalismo, pero a su muerte
sobrevino una nueva guerra civil. En el año 206 a. C., el general Liu Bang
unificó nuevamente a China, e inició la dinastía Han, siguiendo a continuación
unos cuatro siglos de relativa paz y estabilidad política.
Antigua India: En la actual Pakistán surgió la
cultura del valle del río Indo, con sus ciudades Mohenjo Daro y Harappa. Esta
cultura desapareció hacia 1500 a. C., posiblemente ante los invasores arios. La
India se consolidó como una sociedad militarizada, con sistema social de
castas, expresado en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados
del II milenio a. C.). En el siglo IV a. C. florecieron algunas importantes
escuelas de pensamiento, incluyendo al budismo y el yainismo. A finales del
siglo IV a. C., un guerrero llamado Chandragupta Mauria unificó a la India,
dándole estabilidad bajo el Imperio mauria.
Antiguo Egipto: Alrededor del río Nilo surgieron
varios asentamientos neolíticos, los nomos, encajonados entre barreras
geográficas como el desierto del Sahara y la península del Sinaí, a pesar de lo
cual desde temprana época comerciaron con el Medio Oriente.75 Hacia el año 3100
a. C., dichos nomos fueron unificados en un solo gran imperio bajo la autoridad
del faraón. La cultura egipcia desarrolló los jeroglíficos como forma de
escritura, las mastabas, pirámides e hipogeos como métodos de sepultura, y la
momificación como método de inhumación, así como una religión emparentada con
los dioses Ra y Osiris, entre muchos otros. La corona faraónica vivió épocas de
crisis y esplendor, pero siempre dentro de sus fronteras, hasta que invasores externos,
los hicsos, se apoderaron del Delta por cerca de una centuria (hacia 1650 a.
C.), hasta que fueron expulsados. En respuesta, los ejércitos egipcios cruzaron
el desierto del Sinaí y se expandieron hasta el río Éufrates, interviniendo de
lleno en la política del Medio Oriente. En su etapa de decadencia, la cultura
antigua egipcia aún era lo suficientemente prestigiosa como para inspirar a los
reyes de Kush y Axum, reinos que surgieron en el I milenio a. C. en lo que
actualmente es Etiopía, y que incluso invadieron a Egipto y lo gobernaron como
"Faraones Negros" durante tres cuartos de siglo.
Mesopotamia: Sucesivos asentamientos (El Obeid,
Eridu) llevaron a la civilización, hacia el IV milenio a. C. En el III milenio
destacó la civilización de los sumerios, cultura entregada a guerras civiles
hasta ser unificados bajo caudillos militares como Lugalzagesi, Sargón de Acad,
Ur-Nammu y Hammurabi. Después de Hammurabi, que llevó a Babilonia a su apogeo,
la región cayó en manos de los invasores casitas, y se deprimió culturalmente,
hasta resurgir en el Imperio asirio.
Hebreos y fenicios: Acabado el poderío de Egipto y
Hatti, surgieron varias culturas en Canaán. Los hebreos fueron fuertes bajo
Salomón, y dominaron a los filisteos, sus eternos enemigos instalados en la
costa; después decayeron, pero legaron la Biblia a la posteridad. En la costa
del Líbano floreció Fenicia, un pueblo de mercaderes que navegó hasta Gran
Bretaña en busca de comercio, y cuyos vástagos de Cartago llegaron a formar el
Imperio cartaginés. En Siria se hicieron fuertes los principados arameos, que
aunque sucumbieron después ante los asirios, hicieron pervivir su idioma hasta
más allá de la época de Jesucristo.
Antigua Grecia: Después de una Edad Oscura, época en
la que florecieron Homero y Hesíodo, los griegos iniciaron una gran expansión
geográfica, que los llevó a fundar colonias por todo el Mar Mediterráneo. Jonia
primero, Atenas después, y Alejandría al último, fueron lumbreras de la
civilización, en donde filósofos, científicos y artistas llevaron a cabo
grandes creaciones intelectuales.